
1200-1438
En gran parte de los territorios ocupados por las regiones de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, entre los ríos Pampas y Apurímac, en plena zona andina, se desarrollan los Chancas (pacarina: laguna de Choclococha), tan prósperos como los curacas incas y sus rivales en sus afanes de expansión. Sus principales actividades eran la caza de la vicuña y el pastoreo de llamas y alpacas. Pero, el principal medio de sustento lo obtenían de la guerra. Quisieron oponerse a los incas del Cusco en su afán de conquista. Con Astuhuaraca, Tasmahuaraca y Auqui Ayllu, sus principales sinchis, a la cabeza de sus huestes, se dirigieron de Andahuaylas al Cusco, sitiándola. El Zapa Inca Wiracocha huyó; temeroso. Surgió Cusi Yupanqui, su hijo, quien los enfrentó en la batalla de Yahuarpampa y los venció. Cusi Yupanqui tomó la mascapaycha con el nombre de Pachacútec Inca Yupanqui y la expansión del Tahuantinsuyo se hizo incontenible.
1564 (1 de enero)
El conquistador Amador Cabrera hace el primer denuncio de las minas de mercurio de Huancavelica, donde se hallaba la que sería la famosa mina Descubridora o Santa Bárbara, que estuvo vigente durante un siglo y medio, abasteciendo a las minas de plata del Perú y de México. Amador Cabrera había recibido la información de la existencia de tales minas del curaca Ñahuincopa, natural de Acoria, quien de esa manera le agradecía al español por haber perdonado a su hijo la pérdida de una de sus prendas de vestir.
1571 (4 de agosto)
Al incrementarse la explotación del azogue o mercurio de Huancavelica, que facilitaba la explotación de la plata, riqueza que, a su vez, se estaba convirtiendo en primera fuente para el tesoro español, el virrey Francisco de Toledo encarga la fundación de una ciudad al español Francisco de Angulo, quien hace la ceremonia usual a nombre de los reyes españoles y sienta el acta.
1572 (5 de agosto)
El virrey Francisco de Toledo, conde de Oropesa, funda la ciudad de Villa Rica de Oropesa, donde hoy está la ciudad de Huancavelica. Ya se había descubierto el mercurio, que era imprescindible en ese tiempo para separar la plata de las impurezas. El nombre de Oropesa lo dio el virrey en homenaje a sus padres, los condes de Oropesa, de España.
Ubicación de Huancavelica

En esa época del virreinato las minas de azogue de Santa Bárbara ubicada a 3,675 m.s.n.m. en los Andes centrales era la segunda más importante mina del continente americano después de las minas de Potosí en Bolivia, cambiando el destino de Huancavelica radicalmente.
Los españoles impulsaron la explotación de las grandes minas de azogue (mercurio) de Santa Bárbara, haciendo trabajar a la población indígena en condiciones inhumanas.
Su estratégica ubicación geográfica la convirtió en un lugar clave para el comercio interandino, este factor, sumado a la inmensa riqueza proveniente de las minas de mercurio, propició la formación de grandes fortunas locales durante la colonia.
En el siglo XIX, la ciudad fue escenario de importantes levantamientos indígenas, como el de Mateo Pumacahua (1814), líder indígena que se sublevó repetidas ocasiones contra la opresión de los españoles.
Fue reconocida como ciudad el 21 de Junio de 1825.
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